¡Hola!
He tenido un poco abandonado el blog, pero no por falta de lectura, sino por falta de tiempo. Entre este libro y el anterior que os puse en el blog (que ni siquiera es una novela) he leído un par de libros más -ambos de Lorenzo Silva-, pero hasta este no me he animado a traerte la reseña.
DATOS DEL LIBRO
- Título: La señorita Hargreaves
- Autor: Frank Baker
- Editorial: Alba editorial
- 432 páginas
SINOPSIS
En un día lluvioso, el joven Norman Huntley -organista
de iglesia e hijo del librero de la imaginaria ciudad catedralicia de Cornford-
y su amigo Henry Beddow -mecánico de coches- tienen la ocurrencia, de puro
aburrimiento, de inventarse un personaje: una tal señorita Hargreaves,
octogenaria, sobrina del duque de Grosvenor, intérprete de arpa, poeta, dueña
de una perra y una cacatúa, e intrépida viajera que siempre va acompañada con
su propia bañera. Cuál no será su sorpresa cuando, días después de tal invento,
la señorita Hargreaves «en persona» se presenta, con todos sus bártulos, en la
estación de Cornford.
QUÉ ME HA PARECIDO EL LIBRO
El libro me ha gustado mucho. Me ha resultado
ameno, divertido y original, por lo que me tuvo enganchada desde el principio.
La historia narra los problemas que Norman Huntley tiene desde que, un día de
vacaciones con su amigo Henry, se inventa la existencia de una señora de lo más
extravagante (véase la sinopsis). La señorita Connie Hargreaves es una
octogenaria con fuerte carácter que de repente se hace realidad y va al
encuentro de su creador.
Desde el momento en el que la señorita
Hargreaves aparece en escena, el mundo de Norman se pone patas arriba. El
muchacho no sabe cómo explicar de dónde ha salido esa señora, y mucha gente le
toma por loco o por mentiroso. Solo su atolondrado padre, violinista y regente
de una librería, cree a pies juntillas lo que su hijo le cuenta, añadiendo
además que él tiene el mismo “poder”.
Aprovechando que menciono al padre, diré que
es un personaje que a la vez me ha encantado y le he odiado. Su dispersión
hacía imposible a Norman hablar con él, porque parecía que no le hacía caso y
que cambiaba de tema constantemente. Sin embargo, al final es el que más le
entendía, así que acabé cogiéndole aprecio.
La historia de la señorita Hargreaves pasa
por diferentes estados a lo largo de la novela. Norman no puede evitar estar
orgulloso de su creación, pero a la vez la odia porque desconoce cómo ha podido
"nacer". Por esto mismo, es odiada, querida, vuelta a odiarla, vuelta
a quererla durante toda la trama. A mí, particularmente, me saca de quicio,
creo que la hubiera destruido de una forma discreta e indolora.
Pero Norman no halla la manera de acabar con
ella, y por seguirle la corriente acaba incluso transformándola en Lady
Hargreaves. Cuando, de broma, le da este título nobiliario, no sabe las
desagradables consecuencias que traerá.
No os quiero desvelar más de la novela. Me
han parecido 432 páginas encantadoras que se leen como si fueran la mitad, se
tarda un periquete. Y tú, ¿conocías este libro? ¡Cuéntame! Para cerrar la reseña, os dejo con una cita del libro que me ha gustado especialmente:
"El pensamiento creativo crea [...] El pensamiento destructivo destruye".
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